Aquí les tenemos el libro Crepuculo pdf gratis por Stephenie Meyer
Esta novela (en inglés: Twilight) es la primera entrega de la serie del mismo nombre. Narra la historia de Bella desde el momento en que decide mudarse al pequeño pueblo de Forks en el estado de Washington. Allí conoce al misterioso Edward Cullen, hijo adoptivo del doctor Carlisle Cullen y Esme Cullen, miembros de una familia vampira. Bella, atraída por su belleza y su actitud misteriosa, se enamora perdidamente de Edward y siente una necesidad incontrolable de estar con él.
Las consecuencias de este amor marcan un cambio total en la vida de Bella. Descubre el mundo de los vampiros que hasta ese momento desconocía. Al confrontarse con un grupo de tres vampiros (Victoria, Laurent y James) que no comparten el respeto por la vida humana, Bella pone su vida y la de su padre en peligro. Al final hay una confrontación del grupo con la familia de Edward al tratar de defender a Bella.
La obra termina con Edward y Bella en el baile de fin de curso donde discuten sobre la inmortalidad de la joven.
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Adelanto del libro
Crepúsculo: Mi madre me llevó al aeropuerto con las ventanillas del coche bajadas. En Phoenix, la temperatura era de veinticuatro grados y el cielo de un azul perfecto y despejado. Me había puesto mi blusa favorita, sin mangas y con cierres a presión blancos; la llevaba como gesto de despedida. Mi equipaje de mano era un anorak.
En la península de Olympic, al noroeste del Estado de Washington, existe un pueblecito llamado Forks cuyo cielo casi siempre permanece encapotado. En esta insignificante localidad llueve más que en cualquier otro sitio de los Estados Unidos. Mi madre se escapó conmigo de aquel lugar y de sus tenebrosas y sempiternas sombras cuando yo apenas tenía unos meses. Me había visto obligada a pasar allí un mes cada verano hasta que por fin me impuse al cumplir los catorce años; así que, en vez de eso, los tres últimos años, Charlie, mi padre, había pasado sus dos semanas de vacaciones conmigo en California. Y ahora me exiliaba a Forks, un acto que me aterraba, ya que detestaba el lugar. Adoraba Phoenix.
Me encantaba el sol, el calor abrasador, y la vitalidad de una ciudad que se extendía en todas las direcciones. —Bella —me dijo mamá por enésima vez antes de subir al avión—, no tienes por qué hacerlo. Mi madre y yo nos parecemos mucho, salvo por el pelo corto y las arrugas de la risa.
Tuve un ataque de pánico cuando contemplé sus ojos grandes e ingenuos. ¿Cómo podía permitir que se las arreglara sola, ella que era tan cariñosa, caprichosa y atolondrada? Ahora tenía a Phil, por supuesto, por lo que probablemente se pagarían las facturas, habría comida en el frigorífico y gasolina en el depósito del coche, y podría apelar a él cuando se encontrara perdida, pero aun así… —Es que quiero ir —le mentí. Siempre se me ha dado muy mal eso de mentir, pero había dicho esa mentira con tanta frecuencia en los últimos meses que ahora casi sonaba convincente.