Aquí el libro El código Da Vinci pdf gratis por Dan Brown
El libro El código Da Vinci es una novela de misterio escrita por Dan Brown y publicada por primera vez por Random House en 2003 (ISBN 0-385-50420-9). Se ha convertido en un superventas mundial, con más de 80 millones de ejemplares vendidos y traducido a 44 idiomas.
Al combinar los géneros de suspenso detectivesco y esoterismo Nueva Era, con una teoría de conspiración relativa al Santo Grial y al papel de María Magdalena en el cristianismo, la novela espoleó el difundido interés (sobre todo en los Estados Unidos de América) por ciertas teorías de complots «urdidos en la sombra por poderes ocultos», un fenómeno definido por Brown como el «auge conspiracionista».
El código Da Vinci es una novela que utiliza el mismo personaje principal que la anterior novela del mismo autor, Ángeles y demonios (2000), que no alcanzó el éxito editorial de esta (otras dos novelas anteriores del mismo autor tampoco lograron mayor repercusión).
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Adelanto del libro
Jacques Saunière, el renombrado conservador, avanzaba tambaleándose bajo la
bóveda de la Gran Galería del Museo. Arremetió contra la primera pintura que
vio, un Caravaggio. Agarrando el marco dorado, aquel hombre de setenta y seis
años tiró de la obra de arte hasta que la arrancó de la pared y se desplomó,
cayendo boca arriba con el lienzo encima.
Tal como había previsto, cerca se oyó el chasquido de una reja de hierro que,
al cerrarse, bloqueaba el acceso a la sala. El suelo de madera tembló. Lejos, se
disparó una alarma.
El conservador se quedó ahí tendido un momento, jadeando, evaluando la
situación. «Todavía estoy vivo.» Se dio la vuelta, se desembarazó del lienzo y
buscó con la mirada algún sitio donde esconderse en aquel espacio cavernoso.
—No se mueva —dijo una voz muy cerca de él.
A gatas, el conservador se quedó inmóvil y volvió despacio la cabeza. A sólo
cinco metros de donde se encontraba, del otro lado de la reja, la imponente figura
de su atacante le miraba por entre los barrotes. Era alto y corpulento, con la piel
muy pálida, fantasmagórica, y el pelo blanco y escaso. Los iris de los ojos eran
rosas y las pupilas, de un rojo oscuro. El albino se sacó una pistola del abrigo y le
apuntó con ella entre dos barrotes.
—No debería haber salido corriendo. —Su acento no era fácil de ubicar—. Y
ahora dígame dónde está.