Aquí el libro pídeme lo que quieras ahora y siempre pdf gratis por Megan Maxwell
En la novela Después de provocar su despido de la empresa Müller, Judith está dispuesta a alejarse para siempre de Eric Zimmerman.
Para ello y para reconducir su vida decide refugiarse en casa de su padre, en Jerez. Atormentado por su marcha, Eric le sigue el rastro. El deseo continúa latente entre ellos y las fantasías sexuales están más vivas que nunca, pero esta vez será Judith quien le imponga sus condiciones, que él acepta por el amor que le profesa.
Todo parece volver a la normalidad, hasta que una llamada inesperada los obliga a interrumpir su reconciliación y desplazarse hasta Munich.
Lejos de su entorno, en una ciudad que le resulta hostil y con la aparición del sobrino de Eric, un contratiempo con el que no contaba, la joven deberá decidir si tiene que darle una nueva oportunidad o, por el contrario, comenzar un nuevo futuro sin él.
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Adelanto del libro
pídeme lo que quieras ahora y siempre:
Tras salir de la oficina llego a casa como si me hubieran metido un petardo en el culo. Miro las cajas embaladas y se me parte el corazón. Todo se ha ido a la mierda. Mi viaje a Alemania está anulado y mi vida, de momento, también. Meto cuatro cosas en una mochila y desaparezco antes de que Eric me encuentre. Mi teléfono suena, y suena, y suena. Es él, pero me niego a cogerlo. No quiero hablar con Eric. Dispuesta a desaparecer de mi casa, me voy a una cafetería y llamo a mi
hermana.
Necesito hablar con ella. Le hago prometer que no le dirá a nadie dónde estoy y quedo con ella. Mi hermana acude a mi llamada y, tras abrazarme como sabe que necesito, me escucha. Le cuento parte de la historia, sólo parte o sé que la dejaría sin palabras. Omito el tema del sexo y tal, pero Raquel es ¡Raquel!, y cuando las cosas no le cuadran comienza con eso de «¡Estás loca!», «¡te falta un tornillo!», «¡Eric es un buen partido!» o «¿Cómo has podido hacer eso?».
Al final me despido de ella y a pesar de su insistencia no le revelo adónde voy. La conozco y se lo dirá a Eric en cuanto la
llame. Cuando consigo despegarme de mi hermana, llamo a mi padre. Después de tener una breve conversación con él y hacerle entender que en unos días iré a Jerez y le explicaré todo lo que me pasa, me monto en el coche y me voy a Valencia. Allí me alojo en un hostal y durante tres días paseo por la playa, duermo y lloro. No tengo nada mejor que hacer. No le cojo el teléfono a Eric. No…, no quiero.