Santuario Agatha Christie pdf

Aquí el libro Santuario pdf gratis por Agatha Christie

En este libro La esposa del pastor dobló la esquina de la rectoría con los brazos
llenos de crisantemos. Sus fuertes brazos mostraban huellas
inequívocas de estancia en el jardín, pues aparecían manchados de
barro, e incluso su nariz lucía alguna muestra de la fértil tierra, si
bien ella no se había enterado de tal cosa.


Le costó abrir la verja, que, oxidada, medio pendía fuera de sus
goznes. Una ráfaga de aire hizo que su maltrecho sombrero adoptase
una postura de mayor descuido.


—¡Qué lata! —exclamó Bunch.
El optimismo indujo a sus padres a bautizarla con el nombre de
Diana. Pero la señora Harmon fue conocida por Bunch desde su más
tierna edad, y nunca más dejó de llamarse así. Abrazada a sus
crisantemos, cruzó la verja y caminó hasta la puerta de la iglesia.
El aire de noviembre era cálido y húmedo.

Las nubes corrían por el
cielo, mostrando algún que otro parche azul. La oscuridad y el frío
eran la nota predominante en el interior de la nave, donde la
calefacción se encendía sólo a las horas del servicio religioso.
—¡Brrr! Será mejor que termine ahora mismo o moriré congelada —
murmuró.


Con esa rapidez que da la práctica, recogió los diversos jarros
destinados a las flores. «Me gustaría que tuviésemos lirios —pensó—.
¡Me cansan los crisantemos!» Sus entumecidos dedos arreglaron los
tallos en los respectivos envases.

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Ni la originalidad ni el arte lucían en la disposición de las flores.
Bunch nunca había sido original ni artista. No obstante, era un adorno
casero muy agradable. Cogió los jarros con sumo cuidado y se
encaminó al altar. Entonces salió el sol.


Los rayos penetraron a través de la vidriera situada en el lado este,
cuyos cristales de color azul y rojo, donativo de un rico feligrés
victoriano, refulgieron con repentina opulencia. «Parecen joyas»,
pensó Bunch.

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